El gobierno intenta consolidar su versión de que los 43 normalistas están muertos

Pretende “aislar a los padres y, quizá, dar paso a la salida dura”: Abel Barrera

“Se perdió la posibilidad de interlocución fiable”, dice el director del Centro Tlachinollan

La administración federal “busca una buena imagen a costa del dolor de la gente”, asegura

Arturo Cano

Enviado

Periódico La Jornada

Viernes 23 de enero de 2015, p. 7

Chilpancingo, Gro.

Las reuniones de los padres de familia de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa con altos funcionarios del gobierno mexicano solían terminar con saludos corteses y breves diálogos en pequeños grupos. El pasado martes 13, sin embargo, los asistentes se dieron la espalda y salieron sin despedirse. “No hubo ni acercamientos al final, ni despedida”, dice Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, que asesora legalmente a los familiares de los muchachos desaparecidos.

La razón es simple: “Se perdió la posibilidad de interlocución cercana, confiable. El gobierno está tratando de adelantarse y de consolidar su versión, aunque la investigación siga abierta”, continúa el antropólogo, para quien el “cambio radical” en la actitud del gobierno busca “aislar a los padres y, quizá, dar paso a la salida dura” (la reciente llegada de mil 800 policías federales a esta ciudad, como reportaron medios locales, parece avalar la idea).

A la reunión del día 13 asistieron el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; el subsecretario de Gobierno, Luis Miranda Nava, y Tomás Zerón, titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quien llevó la voz cantante en la presentación que los funcionarios hicieron frente a la mayoría de los padres y sus asesores.

Otros asistentes a la junta explican algunos detalles de cómo transcurrió y coinciden en que el interés de los funcionarios se centró en convencer a los padres de que su versión “no es mentira”.

La exposición, a cargo del titular de la AIC, fue una “versión editada” de lo presentado por el procurador Murillo Karam el 7 de noviembre del año pasado.

Cuando llegaron a la parte en la que presentan, en video, los testimonios de algunos criminales (ya transmitidos en cadena nacional), los padres protestaron de viva voz y la reunión tuvo que suspenderse por un momento.

“Es volver a restregar a los padres algo que no aceptan, las versiones de criminales que la autoridad da por buenas aunque no están apoyadas en otras pruebas”, afirma Barrera.

Los padres pidieron tiempo y el secretario de Gobernación, el procurador y los funcionarios que los acompañaban salieron momentáneamente de la reunión, mientras las familias hablaban entre sí.

Cuando regresaron, siguió corriendo y terminó el video. Luego Tomás Zerón tomó la palabra apoyado en una presentación de Power Point.

Según asistentes a la reunión, el enojo de los padres fue mayor porque durante la presentación del video, una voz fuera de cuadro “iba avalando la narración de los delincuentes, como si fueran hechos, apoyando la idea de que las cosas fueron así, aunque la investigación no esté cerrada y aunque no se puede corroborar la veracidad de los dichos de los detenidos”.

http://www.jornada.unam.mx/2015/01/23/politica/007n1pol