México no requiere de transgénicos para elevar la producción de maíz: investigador

El país cuenta con el material genético necesario para un alto rendimiento, afirma

Indica que la Universidad de Chapingo desarrolló sistema agronómico que mejora los cultivos

Patricia Muñoz Ríos

Periódico La Jornada

Jueves 3 de noviembre de 2016, p. 36

México no requiere transgénicos para elevar la producción de alimentos como el maíz; además, las trasnacionales Monsanto y Bayer no tienen la panacea tecnológica, señaló el investigador y académico de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega.

“Es innecesaria la semilla transgénica del maíz de dichos corporativos internacionales, ya que el país cuenta con el material genético disponible y 68 razas originarias del cultivo, por lo que la nueva semilla que las trasnacionales buscan introducir por Sinaloa no es la panacea”, indicó.

El investigador planteó que el maíz que lanzan Monsanto y Bayer es una semilla de baja altura, que produce plantas de tallo corto y hojas erectas, “su mazorca es también de tamaño reducido resistente al acame, lo que es una de las principales causas de pérdidas de rendimiento, debido a las dificultades que se ocasionan al momento de realizar la cosecha mecánica”.

Hizo ver que contrario a ello, la Universidad Autónoma Chapingo puso en operación un sistema de soluciones y técnicas para mejorar la producción de cultivos, en particular para el grano de maíz, basado en prácticas agroecológicas en acciones dinámicas de vinculación universitaria.

Noriega explicó que con la tecnología tradicional se logra en el cultivo de maíz un rendimiento de 9.5 toneladas por hectárea, mientras que con el manejo agronómico de eco-intensificación se han podido obtener 18.6 toneladas. Como en el valle del Mezquital, Hidalgo, donde en el ciclo primavera-verano 2016 se logró una producción comercial de maíz de 17 toneladas por hectárea.

Ello demuestra que en México, con el material genético disponible, no son necesarios productos transgénicos para alcanzar un alto rendimiento, “el asuntos es reconocer que en la agricultura actualmente hay un escenario de suelos degradados, con baja productividad”, resaltó.

De ahí que las líneas de acción que se impulsan para la ecointensificación agrícola son las siguientes: rescate del conocimiento campesino combinado con aportaciones de otros grupos; diagnóstico de la fertilidad del suelo y aprovechamiento intensivo del potencial genético del maíz. Asimismo, se tiene que garantizar la remineralización del suelo; restauración de la materia orgánica y de la biología del mismo, así como el manejo adecuado y supletorio de fertilizantes químicos.

http://www.jornada.unam.mx/2016/11/03/sociedad/036n1soc