Pueblos indígenas, sin control sobre sus conocimientos de biodiversidad

Retroceso en análisis de organismos genéticamente modificados

Angélica Enciso L. y Carlos Águila

Enviada y corresponsal

Periódico La Jornada

Sábado 17 de diciembre de 2016, p. 29

Cancún, QR.

Con la exclusión de las comunidades indígenas sobre la decisión del uso de su conocimiento tradicional sobre la biodiversidad, lo cual se deja a las legislaciones nacionales, así como retrocesos en el análisis de riesgos de organismos genéticamente modificados, con la cancelación del grupo de trabajo dedicado a ello, y avances en la integración de la biodiversidad y los sectores productivos, llegará a la recta final este sábado la 13 conferencia de las partes (COP) de la Convención de Diversidad Biológica (CDB), tras dos semanas de negociaciones.

Los grupos de trabajo de la COP 13, en los que participan delegados de los 196 países parte de la convención, han tomado 36 decisiones, que este sábado presentarán ante la plenaria de la CDB, la cual deberá aprobar por consenso cada una.

Hasta ahora es un logro la moratoria de la geoingeniería, que se refiere a un conjunto de “parches técnicos” para atacar el cambio climático, señaló el grupo ETC.

Este viernes los dos grupos de trabajo de la COP 13 debatieron por varias horas los temas de análisis de riesgos de los organismos genéticamente modificados y el artículo 8J del Convenio de Diversidad Biológica, referente al reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de los conocimientos tradicionales sobre los recursos de la biodiversidad, donde se determinó que esto sea regulado de acuerdo con las “circunstancias nacionales”.

Esto motivó la salida de la sesión del grupo de trabajo de representantes del Foro Indígena Internacional sobre Biodiversidad, quienes señalaron que quedan marginados de las decisiones sobre sus conocimientos, ya que éstos acaban supeditados a leyes de las que han sido excluidos en sus países.

María Eugenia Choque, del Foro Permanente Indígena de Naciones Unidas, dijo que los conocimientos tradicionales de la biodiversidad son de los pueblos indígenas y éstos son los que deben tomar decisiones.

En la sesión sobre este tema, los delegados –representantes de los gobiernos– determinaron que los titulares de los conocimientos tradicionales “acuerdan” dar a un potencial usuario (que puede ser una farmacéutica) el acceso a ellos, y esto “podrá incluir” el derecho a no dar el consentimiento, en lugar de “incluye”.

En el otro grupo de trabajo de la COP, la delegación de Brasil impulsó que las guías de análisis de riesgos de esos productos, que elaboró un grupo ad hoc, no sean públicas y promovió, con otros países, que este equipo concluya sus trabajos. Así, se decidió por consenso “reconocer” el trabajo de ese grupo y darlo por concluido.

De acuerdo con Silvia Ribeiro, del Grupo ETC, el análisis de riesgo es el eje del Protocolo de Cartagena, que forma parte de la CDB, y resulta muy grave que estas guías, que ni siquiera son obligatorias, no se den a conocer.

Además, se plantea que los movimientos transfronterizos de los organismos genéticamente modificados queden a criterio de las legislaciones nacionales, a pesar de que se trata de algo que involucra a por lo menos dos naciones.

Por su parte, Adrian Dellecker, director global de política de Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), explicó en entrevista que en la COP de este año se integró la biodiversidad en pesca, forestal, turismo y agricultura, y ya se determinó que en la siguiente COP se sumará la minería, energía, infraestructura y salud, “no puede ser sólo el sector ambiental el único que se encargue de la toma de decisiones en la conservación de la biodiversidad”.

http://www.jornada.unam.mx/2016/12/17/sociedad/029n2soc