Jóvenes mixes apoyan a campesinos en mejora de cultivos y protección de suelos

Son jóvenes que estudiaron en otro lugar pero regresaron a Oaxaca a aplicar conocimientos

Angélica Enciso L.

Enviada

Periódico La Jornada
Lunes 14 de mayo de 2018, p. 35

Santa María Tlahuiltoltepec, Oax.

María Vázquez remueve la tierra con la coa recta –especie de pala con la punta afilada– a la que le colocó una manguera para deslizar por ella las semillas de frijol, calabaza y maíz, seleccionadas de entre las 30 variedades que hay en la región. Así se facilita el trabajo en la milpa, cuida el suelo y se asegura una mejor cosecha. Pero antes, hizo una ofrenda: convocó a familiares y amigos a un desayuno de atole blanco de maíz, tamales con frijol entero y caldo con hoja santa.

Es la tradición que se mantiene en la región mixe cuando va a comenzar la siembra. La ingeniera agrónoma tiene dos hijos y cultiva sus parcelas; su esposo le ayuda. También es facilitadora, apoya a otros agricultores en el Centro de Innovación Integral para el Desarrollo Rural (Ciinder) Kukoj, palabra mixe que significa tronco en retoño.

Se trata de una asociación de jóvenes mixes, la mayoría, que estudiaron agronomía y técnicos forestales en la Universidad de Chapingo y en otras instituciones de Oaxaca, pero volvieron a su comunidad para apoyar a los campesinos en mejorar las técnicas de cultivo, proteger su tierra y cuidar los recursos naturales.

Es la zona mixe alta, habitada por alrededor de 4 mil personas y a tres horas de la ciudad de Oaxaca. Tras los daños del sismo del 7 de septiembre anterior, la autopista que lleva a la zona no ha sido reparada. El bosque es mesófilo de montaña o de niebla, el cual ocupa apenas uno por ciento del territorio nacional, pero se encuentra, sobre todo, en la sierra Juárez, en el norte de Chiapas y en la Sierra Madre del Sur, entre Guerrero y Oaxaca, según la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad.

Aquí hay vegetación diversa, además de especies como jaguar, puma y mono araña. En la zona montañosa, con neblina y lluviosa, es difícil cultivar, porque se debe hacer en las pendientes y se busca evitar que siga la tumba, roza y quema, con la que se desplazan zonas forestales por áreas de cultivo, por lo que se traba- ja en que la actividad se mantenga en las tierras que ya se ocupan y no se deforesten más.

José Guadalupe Diego dirige el esfuerzo de alrededor de 20 jóvenes que, entre otras acciones, impulsan el proyecto Agua y suelo para la agricultura, que busca proteger los suelos, elevar la producción y apoyar a las familias indígenas.

Entre las acciones que hacen están los estudios de suelo de las parcelas para definir el método de cultivo, y han realizado cambios que van desde reducir el número de semillas que siembran, dejar el uso de fertilizantes, acortar la distancia entre los surcos, hacer el menor movimiento de la tierra para protegerla, y para ello se usan herramientas como la coa recta, en lugar del arado.

Alejandra Cardoso tiene una parcela pequeña donde aplicó está técnica en una pendiente donde los brotes de la milpa han comenzado a aparecer. Dice que antes se daba poco maíz y mucho zacate. Con el cambio en la técnica espera que se dé más maíz y calabaza. Ella y su hija Sandra explican los cambios que han hecho: a la siembra van maíces seleccionados, desde que se cosechan en el campo, se eligen las mejores mazorcas y de ellas las semillas más fértiles.

La mejora de los sistemas de producción es a partir de los cultivos nativos, con la selección de semillas, y la identificación de las variedades relevantes, las razas más representativas de maíz son serrano mixe, mixeño y quicheño, en menor medida está el tuxpeño y el tepecintle. Hay tres especies de frijol y cuatro de calabaza.

Mediante el Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria, en el que participan la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación se apoyan 25 localidades mixes. Diego señala que el proyecto no es el fin, es el camino.

Mediante Ciinder Kukoj se ha apoyado a mil 750 familias, se trata de promover el desarrollo rural a partir del conocimiento local, señala.

http://www.jornada.com.mx/2018/05/14/sociedad/035n1soc