Falso, sostienen, que recorte genere dependencia alimentaria

Carolina Gómez Mena

Enviada

Periódico La Jornada
Sábado 28 de septiembre de 2019, p. 30

León, Guanajuato., Suponer que con menor presupuesto para el campo se incrementará la dependencia alimentaria y caerán las agroexportaciones es una falacia, un alarmismo, que no tiene sustento, aseguró Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

En la jornada de clausura del Foro Global Agroalimentario 2019, el funcionario aseguró que los mejores presupuestos no han tenido ninguna incidencia en la producción de alimentos, en el crecimiento sectorial ni en el mejoramiento de los ingresos de los productores, y ha generado mayor brecha de desigualdad entre productores y entre regiones. Añadió que en los últimos años el presupuesto ha disminuido, y se tiene superávit en la balanza comercial.

El subsecretario insistió en que de lo que se trata no es tener más recursos sino reorientar para generar autosuficiencia alimentaria, privilegiar a los pequeños y medianos agricultores, y mejorar el ingreso de las familias de las localidades más pobres.

En el foro el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) reiteró que se debe contar con mayores recursos para el agro. En la propuesta de presupuesto federal se propone un gasto de 46 mil 253 millones de pesos para la Sader para 2020, cuando este año es de 65 mil 435 millones. En tanto para el Programa Especial Concurrente, se proponen 331.4 mil millones de pesos, y este 2019 se asignaron 352 mil millones.

Suárez Carrera añadió que en la Sader se está haciendo también una reorientación del presupuesto hacia pocos programas, pero de gran impacto.

Y es que desglosó que en el presupuesto anterior había más de 150 programas, de muy poco impacto, pero concentrado en muy pocos productores, empresas y regiones. Ahora se va a cumplir la meta de impulsar la producción, de lograr la autosuficiencia alimentaria y seguir apoyando al sector agroexportador, pero de otras formas que hagan que el erario que es el resultado de los impuestos de todos los mexicanos, vaya a quienes más lo necesitan.

Apuntó que en los últimos 35 años, los subsidios del campo se fueron a los más ricos, hoy el planteamiento es que los apoyos al campo se vayan a los más pobres, porque en los anteriores sexenios eran absolutamente regresivos; se beneficiaba a no más de 15 por ciento de las unidades de productivas, principalmente del norte del país, de riego y de gran tamaño.

Los recursos, indicó, ahora se van a centrar en cinco grandes programas: Producción para el Bienestar, Crédito Ganadero a la Palabra, Precios de Garantía, Fertilizantes, Canasta Básica, Programa de Cuencas Lecheras en el sur-sureste, y Pesca y Acuacultura para que 90 por ciento” de los fondos públicos se canalicen a localidades en marginación con productores de hasta 20 hectáreas.

Los beneficiarios accederán mediante un padrón de productores, con georreferenciación y tarjeta bancaria, sin intermediarios y sin burocracia. Destacó que el propósito es construir un nuevo agrosistema alimentario nutricional justo, saludable y sustentable.

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