El pasado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, declarado así por la Organización de las Naciones Unidas para fomentar entre la humanidad la conciencia de la importancia del vital líquido para la continuidad de la vida en el planeta. No es para menos. El agua es un elemento que sólo existe en el planeta tierra y además es indispensable para toda la vida, pues sin ella resulta inimaginable. A contrapelo de esta realidad, el capital ha logrado convertirla en mercancía, un bien codiciado por las empresas privadas para ofrecerlo a quien tenga dinero para comprarlo.