El primero de diciembre pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró en el Zócalo una de sus promesas de mayor crédito entre los votantes: No se permitirá ningún proyecto económico, productivo, comercial o turístico que afecte el medio ambiente. Lo dijo tras confirmar la negativa de su gobierno a permitir métodos extractivos que afecten la naturaleza y agoten las vertientes de agua.