Luis Hernández Navarro

Globalizar la liberación

25 de abril de 2000

La lista de las protestas en contra de la globalización como agenda de las grandes empresas trasnacionales sigue: Seattle, Bangkok, Davos, Washington. Lo mismo que la resistencia a las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)

De Seattle a Washington DC

11 de abril de 2000

Como cada primavera, este 16 y 17 de abril se encontrarán en Washington DC los secretarios de Finanzas de 182 países para asistir a la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). Sin embargo, este año su rutina será distinta.

Frijol

11 de enero de 2000

Desde la cúspide del poder se dice que la agricultura mexicana marcha bien, pero los productores rurales afirman que no es así. Para dilucidar quién tiene la razón en la disputa puede recurrirse a ejemplos como el del frijol, cultivo clave en la alimentación nacional.

Zapatismo: la renovación de la izquierda

28 de diciembre de 1999

Hace seis años que el EZLN surgió a la vida pública. En noviembre de 1983 nació en las montañas del sureste mexicano. Durante diez años creció en las profundidades de las comunidades indígenas de Chiapas.
Se alimentó de la profunda recomposición del mundo rural iniciada en 1974. Heredó la tradición agrarista y libertaria de los primeros años del siglo XX mexicano organizada en torno al magonismo y al viejo zapatismo.

Seattle: los ganadores

14 de diciembre de 1999

La revuelta contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) no fue una expresión del malestar ludista finisecular de los nuevos globalizados. No representó, tampoco, la versión combativa de un nuevo Woodstock, por más que la música de Rage Against the Machine (Furia contra la maquina) anticipara y animara la protesta.
La batalla de Seattle fue una eficaz movilización en contra de un modelo específico de globalización que expresa los intereses de las grandes compañías del poder de la gente.

La vulnerabilidad de los invisibles

12 de octubre de 1999

SON INVISIBLES LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO. Son millones. No tienen voz ni rostro. Los grandes medios de información electrónicos han levantado a su alrededor grandes muros sin ventanas.
Sus cámaras y sus micrófonos miran sobre sus espaldas. Voltean a verlos sólo cuando su desgracia crece hasta volverse tragedia.