El Tribunal Permanente de los Pueblos concluye audiencia temática sobre el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía y emite recomendaciones al gobierno mexicano

Entiemporealmx

26 de noviembre de 2013

Las preaudiencias y audiencias sobre devastación ambiental, derechos de los pueblos, soberanía alimentaria y movimientos sociales del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) en México terminaron. Y con ello, se hicieron distintas acusaciones a México. El caso de la audiencia sobre “Violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía” no fue la excepción.

Durante 6 días de preaudiencia y audiencia, 280 personas expusieron casos y testimonios sobre la colisión campo-ciudad, territorialidad, subsistencia y vida digna, contaminación transgénica del maíz en el centro de origen mundial, políticas de exterminio contra el Pueblo Maya y los impactos de la soya transgénica en la Península de Yucatán, y argumentos científicos sobre cultivos transgénicos en México con énfasis en el maíz.

El Jurado – conformado por personalidades de Francia, Argentina, España, Chile, Ecuador y México – concluyó que las decisiones y políticas públicas del gobierno mexicano están poniendo en riesgo al centro de origen global del maíz y con ello, los derechos de los pueblos que lo crearon y dejaron como legado para la humanidad.

Previo a exponer las conclusiones y recomendaciones, se expuso el contexto internacional y nacional sobre las políticas campesinas y alimentarias. Primero, Luis Macas recordó el contexto internacional en el que nos encontramos. Unas cuantas empresas trasnacionales controlando gran parte de las semillas e imponiendo la utilización de sus productos con el pretexto de tener la solución al hambre. Gobiernos trabajando en favor de las empresas. Campesinos en indefensión y perdiendo sus prácticas tradicionales.

Aunque alrededor del mundo se está dando un patrón similar que pone en peligro la existencia de los pueblos, en México se ve agravado por la especial violencia e intensidad que se está llevando a cabo, así como la determinación profunda de resistencia de los pueblos, señaló Camila Montesinos.

Los agravios que el Jurado encontró son los siguientes:

1.  Intento de exterminio del maíz y de la cultura, tradiciones y formas de vida que se crearon junto con él.

2. Intento sistemático de destruir los territorios, que son la integralidad que acoge la vida espiritual y concreta de los pueblos, mediante su fragmentación, privatización, explotación y contaminación, así como por el despojo de las tierras, acompañado de violencia estatal y paraestatal.

3. Intención clara y sistemática de acabar con la capacidad de los pueblos y comunidades de asegurar de manera autónoma su subsistencia y formas de vida. Esto se ha visto con la contaminación del maíz para destruir los cultivos, así como la introducción de maíz transgénico en un centro de origen. Asimismo diversas políticas gubernamentales que han sido impuestas durante las últimas décadas apunta a la pérdida de semillas, tierra y agua, para dar paso a una agricultura industrial.

4. Destrucción de las organizaciones y comunidades, así como desestructuración de los sistemas comunitarios, ya sea por la intervención directa de programas gubernamentales o por la imposición de las empresas trasnacionales.

Finalmente, el Jurado emitió su condena y recomendaciones. A nivel internacional, se recomendó llevar la problemática del maíz a todas las instancias comerciales, financieras, de propiedad intelectual, ambientales y de derechos humanos, para salvaguardar los centros de origen y el maíz nativo – el cultivo más importante de la humanidad.

A nivel nacional, se recomendó prohibir la experimentación, liberación y circulación de maíz transgénico en México por los riesgos ambientales, a la salud y económicos que éste conlleva. México debe garantizar los derechos de los pueblos indígenas, de los campesinos y de las habitantes en general. Por lo tanto, se debe reinstalar de inmediato la moratoria contra cualquier forma de liberación de maíz transgénico. Por otro lado, también se debería eliminar de la producción de soya transgénica en la Península de Yucatán por los peligros a la apicultura, a los daños a las abejas por el uso de agronómicos y la contaminación de la miel con polen transgénico.

(http://redendefensadelmaiz.net/2013/11/el-tribunal-permanente-de-los-pu…)