2020
Colectivo de Semillas de América Latina/GRAIN
Las semillas nativas y criollas son bienes comunes de los pueblos y comunidades por ser fundamentales para la vida, la cultura, los saberes, la salud y los sistemas tradicionales de agricultura. Desde épocas ancestrales las semillas se comparten en comunidad y han circulado libremente sin restricciones, sin controles externos para su producción, uso y difusión, pero sí con responsabilidades expresas, asumidas por las comunidades en su quehacer y cuidados de siglos. Hoy las hemos recibido en prenda de nuestros antepasados para entregarlas a nuestros hijos e hijas garantizando soberanía y autonomía alimentarias.
En el proceso colectivo de domesticación de las semillas, en realidad una conversación milenaria, una crianza mutua, los pueblos han mejorado y cultivado sus semillas en cada región, observando, seleccionando, haciendo cruzas y pruebas en terreno. En los miles de años conversando, han utilizado diversas estrategias de cuidado del territorio, con sus sistemas productivos comunitarios y familiares. Cuando gobiernos, empresas y organismos internacionales impusieron la Revolución Verde en la agricultura, a mediados del siglo XX, la producción de alimentos y materias primas se enfocó hacia unos pocos monocultivos tecnificados.
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