Estado, multiculturalismo y multietnicidad
2025
Francisco López Barcenas
Los Derechos indígenas y afromexicanos en las constituciones de México
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De la masacre de Acteal a la matanza de San Juan de la Libertad, el gobierno caminó en Chiapas en círculos durante casi seis meses.
Un nuevo huésped habita, a partir del pasado 14 de mayo, en la galería de villanos favoritos del gobierno federal: las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que, según el Presidente de la República, alientan la presencia de extranjeros en Chiapas, tienen intereses políticos, luchan por el poder y no dan la cara.
La ofensiva policiaco-militar gubernamental en contra de los municipios autónomos zapatistas no tiene posibilidades de éxito por la misma razón que fracasó, a pesar de no haber cometido errores tácticos, la ofensiva de Napoleón en contra de Moscú: el centro de gravedad de la defensa se encuentra en otro lado.
De la letra A, de Acteal, a la letra Z, de zapatista, el alfabeto de la nueva guerra que camina necesita volver a ser deletreado. No es ya aquella guerra que sirvió para anunciar la Primera Declaración de la Selva Lacandona.
Mal y de malas. Cada paso al frente que el gobierno federal da en su estrategia hacia Chiapas se convierte en un paso hacia atrás.
¿Cómo caracterizar la nueva política gubernamental hacia Chiapas tres meses y medio después de la matanza de Acteal? ¿Qué ha cambiado desde febrero de 1996 y que permanece?